Todos los veranos la tarima de exterior se ve sometida a condiciones ambientales de alta temperatura y baja humedad.
En España tenemos climas muy diferentes en lo que se refiere a temperatura y a humedad con muy pocos kilómetros de distancia entre unas y otras zonas, vamos a poner un ejemplo para explicar en un mismo día las grandes diferencias que pueden haber , no son datos exactos ni científicos , son aproximados y lo que pretendo es explicar con ejemplos concretos y fácilmente reconocibles las situaciones que se pueden dar y como afectan a la madera.
Por ejemplo, suponemos que es el día 9 de Julio (es el cumpleaños de mi madre) a las 12 de la mañana y de la noche en varias ciudades como Valencia, Madrid , Córdoba y Santander . Tendremos en cuenta las diferencias de temperatura y sobretodo de HUMEDAD , que es lo que MÁS AFECTA A LA MADERA .
En Valencia y otras zonas próximas al mar, la temperatura máxima de día está entre 30 y 36 grados, pero la humedad puede oscilar entre un 60% a las 12 de la mañana y un 80% por la noche ( siempre decimos que es un calor húmedo y más pegajoso , por la humedad).
En una zona del centro del país como Madrid, nos vamos a valores de 32 a 38 grados con humedades del 15-20%, ya sea por la mañana o por la noche (es un calor muy seco).
En Córdoba, es más acusado todavía, ya que las temperaturas pueden llegar a superar los 40 grados con una humedad constante muy baja 10-15% de día y de noche .
En Santander, la temperatura varia entre 22 y 32 grados y la humedad entre 60 y 85 % del día a la noche .
Así vemos como el mismo día y en una distancia de 400 km hay unas condiciones climatológicas muy diferentes que van a afectar a la tarima de madera exterior de formas muy diversas; también , en las zonas del levante o todo el litoral mediterráneo la humedad durante el día y la noche tiene una diferencia de un 20 % aproximadamente pero partiendo de una humedad mínima del 50-60%.
La tarima de exterior se comporta de forma muy distinta en cada uno de estos lugares según su clima , nosotros TODAS las maderas que compramos están secas en secadero u horno artificial porque si no tienen mucha más dilatación y contracción .
Qué hacer en climas con humedad
Empezaremos por la situación más fácil ….
En las zonas con climas de humedades más altas y constantes la madera va a estar mejor en cuanto a su estructura, ya que va a mantener la humedad aunque haga calor.
En estética la madera puede estar oxidada y gris si no le damos productos de acabado y mantenimiento, pero también se puede mantener una tarima mas “nueva” aplicándole tratamiento protector regularmente . Lo más fácil y cómodo para hacerlo uno mismo puede ser un buen aceite para madera exterior, aplicado en horas que no sean de máximo calor ( a primera hora de la mañana o a última de la tarde ). Es muy recomendable con un trapo de algodón o dos camisetas viejas en los pies , secar el excedente del aceite que queda en la tarima , así nos queda un acabado natural sin brillos .
Si se da el aceite con mucho calor y no le da tiempo a la madera de absorberlo todo , puede hacer que se quede como una costra seca con zonas más y menos brillantes teniendo un tacto pegajoso.
SOLUCIÓN:
Lavar con una hidrolimpiadora a presión suele ser efectivo , si no conseguimos quitar esa capa de aceite seco se recomienda lijar ,y volver a aplicar bien el aceite secando el sobrante.
Qué hacer en climas muy secos
Ahora vamos con la situación más complicada para la madera, en zonas que sean muy secas , con baja humedad y alta temperatura :
En este caso la falta de humedad y el aire caliente van haciendo que la estructura de la madera se vaya resecando cada vez más. Como consecuencia de dicha “ deshidratación “ las tablas empiezan a rajarse y abrirse sobre todo por las testas o puntas, especialmente en las olas de calor que son cada vez más frecuentes.
Lo que debemos hacer es “regarla” con frecuencia e igual que hacemos con el césped natural, es mejor hacerlo por la mañana temprano y al anochecer .Esto le va a ir aportando humedad a la estructura de la madera , además es recomendable darle mejor un buen remojón para que el suelo que hay por debajo de la tarima tenga humedad también, ya que la mayor parte va a evacuarse por el drenaje (desagüe, caída, etc) pero la base va a estar húmeda más tiempo y eso hará que al evaporarse esa humedad la reciba la parte inferior de la tabla.
Así la tarima recibirá humedad por la cara superior e inferior de la tabla , mejorando mucho el nivel de humedad y acercándose más al punto óptimo ,también llamado punto de equilibrio.
Los climas tropicales de donde son las maderas se caracterizan por ser climas calurosos y húmedos , con veranos más secos en los que hay lluvias “tropicales” que descargan mucha cantidad de agua… Lo que estamos haciendo al regar la tarima es acercarla más hacia un clima tropical que a un clima desértico.
LA MADERA SE RESECA , AGRIETA Y FISURA ….PUEDE LLEGAR A ROMPERSE E INCLUSO PUEDE PONER EN SERIO PELIGRO LA DURABILIDAD DE LA TARIMA
SOLUCION:
APORTAR HUMEDAD A LA MADERA MEDIANTE RIEGO ABUNDANTE O CON ACEITE PARA HIDRATAR LA MADERA.
